Introducción al libro de los Salmos y a la Liturgia de las horas

1.1 – Estructura de Laudes y Vísperas

– Invocación

– Himno, que da el colorido propio a la oración y un sentido festivo (de pie)

– SALMOS Y CÁNTICOS (sentados)

o Laudes: Salmo – Cántico del AT – Salmo de alabanza

o Vísperas: Salmo – Salmo – Cántico del NT

– LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS (BREVE). Es Palabra de Dios proclamada en la asamblea. Se puede hacer una homilía (breve) y un tiempo de silencio

– Responsorio

– Cántico Evangélico: Benedictus o Magnificat (de pie): es una síntesis de la historia de la salvación que culmina en Cristo. La antífona conecta con el tiempo o con el evangelio del domingo

– Preces: intercesión sacerdotal del pueblo

o Vísperas: intercesiones

o Laudes: consagración de la actividad del día

– PADRENUESTRO: síntesis y culmen de la oración cristiana

– Oración conclusiva

– Bendición y despedida

1.2 – Estructura del Oficio de lecturas

Su origen es la plegaria nocturna de la Iglesia apostólica a ejemplo de Jesús. Se hacía entre el canto del gallo y el alba (matutino o maitines). Ahora se puede recitar en cualquier hora del día. Su centro está en la asimilación orante de la Palabra de Dios y de los textos de los Padres

– Invocación

– SALMOS: Tres salmos o fragmentos

– LECTURAS: bíblica y de los Padres

– Responsorios

– Te Deum: Domingos y solemnidades

– Final: «Bendigamos al Señor»

1.3 – Estructura de la Hora intermedia

La Tercia, sexta y nona, recuerdan los momentos de la pasión de Jesucristo y la primera propagación del Evangelio. Fuera del coro se escoge una, la que mejor se acomode al horario

– Invocación

– Himno

– SALMOS (tres salmos o fragmentos)

– LECTURA BREVE

– Verso

– Oración conclusiva

1.4 – Estructura de Completas

Es la oración última del día, antes del descanso (aunque haya pasado la medianoche)

– Invocación

– Examen de conciencia y acto penitencial

– Himno

– SALMO

– LECTURA BREVE

– Responsorio

– Cántico Evangélico: Nunc dimitis

– Oración

– Bendición

– Antífona a la Virgen

2.- Los Salmos y Cánticos

Acompañaron y acompañan la oración de Israel. Jesús rezó toda su vida con los salmos. Son la parte mas importante de la LH. El conjunto de los Salmos (150) se distribuyen en las distintas horas en cuatro semanas. Además hay 35 cánticos (26 del AT y 9 del NT) y los tres cánticos evangélicos.

Los salmos los leemos en el contexto de la Historia de la Salvación que culmina en Cristo. El salterio es para nosotros un libro profético y mesiánico. Todos los salmos y cánticos concluyen con la fórmula trinitaria: Gloria…

Para ayudar al rezo de los salmos están las antífonas, los títulos, las sentencias del NT y las oraciones sálmicas

2.1 – Modos de recitar los salmos

Variando el modo de recitación de los salmos se ayuda a una salmodia mas consciente y fructífera. A la hora de elegir el modo hay que tener en cuenta en primer lugar el salmo, su género literario. Siempre hay que buscar la mejor forma de rezar con el salmo.

Modo «antifónico» entre dos coros

Esta forma popular de recitar los salmos no necesita solista, es adecuada para salmos procesionales y aclamatorios, y también para los de lamentación comunitaria. Se establece una dinámica de diálogo muy eficaz en el canto o la oración de una comunidad.

Forma responsorial

Mas antigua que la anterior, un solista alterna con la comunidad. Esta forma era usada en las sinagogas judías ante de Cristo y hasta el siglo IV la forma mas generalizada entre los cristianos. Se establece un diálogo entre el solista y la asamblea, que al repetir la antífona va
interiorizando el sentimiento que este expresa.

Hay salmos que por su estructura han de ser rezados de esta forma [(Sal 66), pero otros muchos también intercalando la antífona, que en este caso debe ser cantada. A veces resulta la mejor forma de cantar los cánticos del NT en vísperas intercalando entre las estrofas, proclamadas con énfasis, aclamaciones a Cristo

Salmodia seguida o «en directo»

El salmo se dice o se canta sin interrupción de respuestas o alternancia de protagonistas, en forma «directa» (directánea, tracto). San Benito recomendaba que cuando eran pocos los participantes se hiciera así. Es la forma mejor para cantar o recitar los salmos mas entusiastas y breves, como el 116.

Salmos “escuchados”

Esta forma de «escucha meditativa» por parte de la comunidad resulta eficaz y ayuda a una oración mas profunda, sobre todo en los salmos mas poéticos, personales, como también en los históricos. «Será mejor, quizá, escuchar los salmos sapienciales o históricos» (OGLH 279). No siempre la intervención hablada o cantada está en proporción directa con una participación o sintonía mayor. En todo caso hay que asegurar una buena proclamación, lenta, expresiva y amable.

Es el caso de salmos como el 48 («Oid esto, todas las naciones»), el 100 («Voy a cantar la bondad y la justicia») y sobre todo el 138 («Señor, tú me sondeas y me conoces»).

Forma titánica

Hay salmos que contienen una respuesta a modo de letanía. El diálogo en estos salmos se hace muy vivo y convendría respetar el género del salmo titánico también cuando se canta. Ejemplos son el salmo 135 («Dad gracias al Señor») y el cántico de Daniel


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