Oraciones

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A LA SANTÍSIMA VIRGEN

¡Oh, Señora mía! ¡Oh, Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a Vos; y en prueba de mi filial afecto os consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo vuestro. Madre de bondad, guardadme y defendedme como cosa y posesión vuestra. Amén.

ACORDAOS

Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María! que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! y gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén.

AVE MARÍA

Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.Dios te salve,

AVE MARIS STELLA

Ave, maris stella, Dei mater alma atque semper virgo, felix caeli porta.
Sumens illud Ave, Grabriélis ore, fundanos in pace, mutans Evae nomen.
Solve vincla reis, profer lumen caecis, mala nostra pelle, bona cuncta posce.
Monstra te esse matrem, per te preces qui pro nobis natus tu lit esse tuus.
Virgo singuláris, inter omnes mitis, nos culpis solútos, mites fac et castos.
Vitam praesta puram, iter para tutum, ut vidéntes Iesum, semper collaetémur.
Sit laus Deo Patri, summo Christo decus, Spirítui Sancto, tribus honor unus. Amen.

BENDITA SEA TU PUREZA

Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A Ti, celestial Princesa,
Virgen Sagrada María,
yo te ofrezco en este día
alma, vida y corazón.
Mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía.

DULCE MADRE

Dulce Madre, no te alejes, tu vista de mí no apartes; ven conmigo a todas partes y solo nunca me dejes. Ya que me proteges tanto como verdadera Madre, haz que me bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

EL ÁNGELUS

V. El Ángel del Señor anunció a María,
R. Y concibió del Espíritu Santo.
Ave María.
V. He aquí la esclava del Señor
R. Hágase en mi según tu palabra.
Ave María.
V. Y el Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
Ave Maria.
V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Oración
Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz seamos llevados a la gloria de su Resurrección. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. R. Amén.

MADRE DEL REDENTOR

Madre del Redentor, Virgen fecunda, puerta del cielo siempre abierta, estrella del mar, ven a librar al pueblo, que tropieza y quiere levantarse. Ante la admiración de cielo y tierra, engendraste a tu santo Creador y permaneces siempre Virgen. Recibe el saludo del ángel Gabriel, y ten piedad de nosotros, pecadores.

OFRECIMIENTO DEL ESTUDIO

Madre mía Inmaculada, que, por haber recibido en tu seno al Verbo de Dios, eres Trono de la Gloria y de la Sabiduría, alcánzame la gracia de estudiar con orden y constancia, con intensidad y presencia de Dios, con pureza de intención y afán de servicio.
Haz que mi trabajo me acerque cada día más a ti y a tu divino Hijo; que nunca me olvide de ofrecértelo, como ahora lo hago, para que mis horas de estudio sean, de verdad, horas de oración.
Ayúdame también. Señora, a lograr el fruto humano y sobrenatural que Dios espera de mi estudio, para que, santificándome en el trabajo, alcance la dicha de amarte para siempre en el Cielo. Amén.

REGINA COELI

V. Alégrate, Reina del cielo;
aleluya,
R. Porque el que mereciste llevar en tu seno; aleluya.
V. Ha resucitado, según predijo;
aleluya,
R. Ruega por nosotros a Dios;
aleluya.
V. Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya,
R. Porque ha resucitado Dios verdaderamente; aleluya.
Oración.
Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, te has dignado dar la alegría al mundo, concédenos que por su Madre, la Virgen María, alcancemos el goce de la vida eterna. Por el mismo Cristo Nuestro Señor.
R. Amén.


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