La Voz

La voz del Papa

“En las Escrituras encontramos expresada una sed más profunda que la sed física, que es un de-seo en la raíz de nuestro ser. Un salmo dice: «Dios, tú mi Dios, yo te busco, sed de ti tiene mi alma, en pos de ti languidece mi carne, cual tierra seca, agotada, sin agua» (Salmos 63, 2). Los Padres de la Iglesia hablan de esta inquietud que habita en el corazón del hombre. San Agustín dice: «Nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti»[1]. Hay una sed interior, un hambre interior, una inquietud…
En cada corazón, incluso en la persona más corrupta y alejada del bien, se esconde un anhelo de luz, aunque se encuentre bajo escombros de engaños y errores, pero siempre hay una sed de verdad y bondad, que es la sed de Dios. Es el Espíritu Santo quien despierta esta sed: Él es el agua viva que ha plasmado nuestro polvo, Él es el soplo creador que le dio vida.
Por eso la Iglesia es enviada a anunciar a todos la Palabra de Dios, impregnada de Espíritu Santo. Porque el Evangelio de Jesucristo es la mayor justicia que se puede ofrecer al corazón de la humanidad, que tiene una necesidad vital de ella, aunque no se dé cuenta[2].” (Audiencia General del 11 de marzo)



La Iglesia en movimiento

Hakuna
Esta asociación de fieles de reciente institución, cuyo iniciador es el Padre Jose Pedro Manglano, está dirigida a todos los cristianos que juntos siguen a Cris-to, compartiendo un estilo de vida, arrodillados ante Cristo Hostia. Y así aprenden a vivir alegremente arrodillados ante el prójimo, ante la vida y ante el mundo.
Con el empeño de vivir con alegre cara de resucitados, quieren hacer de la vida una fiesta, y hacer de las fiestas momentos de vida. Por eso, a través de la música quieren recordar al mundo la belleza de la vida, y mostrarles la belleza de Cristo.


Actividades parroquiales

Viernes 13 hasta el domingo 15, Javierada
Jueves De 9:00 a 13:30 y de 17:30 a 21:00 Adoración Eucarística
Sábado 14 a las 17:00 horas Cine-fórum
Domingo de 18:30 a 19:30 Adoración Eucarística.
Viernes 27 a las 21:45 Adoración Nocturna



15 de marzo
(3º domingo de Cuaresma –Ciclo A–)
Lectura del santo Evangelio según san Juan 4, 5-15. M-26, 39a. 40-42

En aquel tiempo, llegó Jesús a una ciudad de Samaria llamado Sicar, cerca del campo
que dio Jacob a su hijo José; allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, cansado del camino, estaba
allí sentado junto al pozo. Era hacia la hora sexta.
Llega una mujer de Samaria a sacar agua, y Jesús le dice:
«Dame de beber». Sus discípulos se habían ido al pueblo a comprar comida.
La samaritana le dice:
«¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mi, que soy samaritana?» (porque los judíos
no se tratan con los samaritanos).
Jesús le contestó: «Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice “dame de beber”,
le pedirías tú, y él te daría agua viva».
La mujer le dice:
«Señor, si no tienes cubo, y el pozo es hondo, ¿de dónde sacas el agua viva?; ¿eres tú
más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus
ganados?».
Jesús le contestó: «El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; pero el que beba del agua
que yo le daré nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en
un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna».
La mujer le dice: «Señor, dame esa agua: así no tendré más sed, ni tendré que venir aquí a sacarla. Veo que tú eres un profeta. Nuestros padres dieron culto en este monte, y vosotros decís que el sitio donde se debe dar culto está en Jerusalén»
Jesús le dice:
«Créeme, mujer: se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis a uno
que no conocéis; nosotros adoramos a uno que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero se acerca la hora,
ya está aquí, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque el Padre desea que lo
adoren así. Dios es espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y verdad.»
La mujer le dice: «Sé que va a venir el Mesías, el Cristo; cuando venga, él nos lo dirá todo».
Jesús le dice:
«Soy yo, el que habla contigo.»
En aquel pueblo muchos creyeron en él. Así, cuando llegaron a verlo los samaritanos, le rogaban que se quedara con
ellos. Y se quedó allí dos días. Todavía creyeron muchos más por su predicación, y decían a la mujer:
«Ya no creemos por lo que tú dices; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es de verdad el Salvador del mundo».

«DAME DE BEBER»

COMENTARIO AL EVANGELIO
Los discípulos del alemán
Hace ya casi dos siglos, un filósofo alemán, Arthur Schopenhauer, realizó una curiosa descripción de la vida humana:
según él, la existencia del hombre es un ir y venir del sufrimiento al aburrimiento, y del aburrimiento al sufrimiento…
Sufres por el deseo de aquello que no tienes; pero cuando, al fin, lo tienes, tras un breve instante de embriaguez, te has
aburrido de ello y sufres nuevamente porque deseas algo más… ¡Qué vida tan triste!
El que bebe de esta agua vuelve a tener sed. Es la vida de la mujer samaritana, y de tantos y tantas, que ponen su deseo
en los bienes materiales. Schopenhauer escribió para gente así. Deseabas aquel trabajo, y sufriste hasta que fue tuyo.
Pero, al cabo de un año, sufrías porque querías ascender. ¿Y tu cónyuge? ¡Cuántos deseos de boda! Y, tras ocho años, ya
te aburrías y anhelabas a otra persona. ¿No ves que nada te sacia?
El que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed. Cuando conozcas y ames a Jesucristo, disfrutarás de cuanto
tienes, y amarás realmente a tus semejantes. Porque tu corazón, saciado por el Amor de los amores, no convertirá en
ídolos a las criaturas.
(Rey Ballesteros, José-Fernando. Evangelio 2019: El evangelio de cada día)


 

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